Las vacunas más comunes son contra la fiebre amarilla y la tifoidea, así como la de la hepatitis A
De cara a la planificación de las vacaciones, la Consejería de Salud, a través de la Dirección General de Salud Pública y Adicciones, recomienda a los viajeros informarse y vacunarse contra ciertas enfermedades que pueden darse en algunos destinos exóticos. Así, se recomienda avisar a nuestro médico de Atención Primaria entre seis y ocho semanas antes del viaje para programar las vacunas con suficiente antelación. Las más comunes son contra la fiebre amarilla, cuando se viaje a zonas tropicales o selváticas; la hepatitis A y la fiebre tifoidea, cuando los viajeros salgan de Europa; y la rabia, especialmente si el destino del viaje es a países de Asia o África.
Precauciones en destino
Además de informarnos sobre las enfermedades que pueden darse en nuestro destino, la Consejería de Salud recomienda tener ciertas precauciones para evitar infecciones. Así, avisa de que no se debe beber agua que no esté embotellada ni consumir hielo del que no conozcamos su procedencia, ya que la mayoría de los problemas de salud que se dan en los viajes al extranjero tienen que ver con el agua, que puede provocar diarrea.
También se debe ser precavido con los alimentos y cocinarlos totalmente, no dejarlos a temperatura ambiente, pelar la fruta antes de consumirla y mantener una adecuada higiene de manos. Igualmente, Salud recomienda llevar consigo un botiquín básico e incluir en él cualquier artículo de higiene personal como dentífrico, líquido para lentillas o protectores solares, ya que algunos de estos efectos son difíciles de encontrar fuera de nuestras fronteras.
En los casos en los que se necesite viajar con alguna medicación por ser un paciente crónico, se deberá llevar consigo, además de dichos medicamentos, la documentación en formato papel y electrónico con el nombre, datos de contacto del facultativo y medicación que se está tomando, así como conocer los principios activos de los fármacos, ya que a veces el nombre comercial varía según cada país.
Al finalizar el viaje, es importante atender a posibles síntomas los días posteriores a la vuelta como diarrea persistente, fiebre, vómitos o infecciones urinarias o de la piel y contactar lo antes posible con su médico de Atención Primaria.